miércoles, 6 de agosto de 2014

Receta de plastilína casera


amasando bien para teñir
observando la transformación de la materia


La plastilina comercial se va deteriorando, secando, quedándose cada vez más dura, y perdiendo en cachitos al jugar con ella.
Además, hay que tener mucho cuidado con los niños y niñas más pequeños que puedan meterla en la boca.

Así que, ya sea porque un día te das cuenta de que te has quedado sin plastilina o se ha estropeado, o porque no quieres dársela para jugar si temes que pueda resultar tóxica, podemos hacer nuestra propia plastilina casera.

Materiales:
-Harina
-Agua
-Sal
-Colorante alimenticio o similar

Yo no he seguido ningunas proporciones, he cogido las cantidades de manera que resultase una masa en cuanto a textura similar a la de la empanada, y después la hemos teñido.
Una tacita de harina, un chorrito de agua, un poquito de aceite, sal y a amasar!

Pero se puede seguir también esta otra forma con los mismos ingredientes y estas proporciones que yo no he probado, por si queréis usarla:

Proporciones:
1 taza de harina
1 taza de agua
1/2 taza de sal
1/2 cucharadita de aceite
y colorante

Las cantidades variarán en función de la taza que se utilice, tenerlo en cuenta al comienzo para no tener que volver a realizar la mezcla varias veces.

En general se endurece rápido, pero se puede conservar mejor guardándola al terminar de usarla en un tupper o en una de esas bolsistas con cierre fácil.

Desarrollo: 
El proceso de elaboración de la mezcla tien diversas etapas, que al niño o la niña le pueden interesar más o menos y agradar o no. Eso dependerá de cada niño/a.
Es interesante ver sus reacciones, al pegarsele la harina húmeda en la mano, o al comenzar a teñir.

ADEMÁS
Aunque no es tóxica, yo no le dejaría que la metiesen en la boca. Puesto que si ellos relacionan con que pueden probarla, hoy lo harán con esta mezcla, y mañana podrían hacerlo con la plastilina comercial. Que no hay peligro no significa que se la vayamos a ofrecer a probar, ni que sea la mejor idea permitirles que la prueben o dejarles pensar que pueden hacerlo.
La plastilina no se come, es mejor que se queden con ese mensaje.
Si quieres que pruebe mientras manipule, yo se la ofrecería como masa de empanada, y sin el colorante, le explicaría que es masa para cocinar (ya sea galletas, pan, empanada...) y que después se la podemos hornear.
Es decir, lo enfocaría como algo distínto, aunque nosotros sepamos que la masa no sea tan diferente.

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