
-Una esponja pequeña
-Una bandeja o un plato plástico
-Tempera
-Una cartulina
-Objetos, como un carrete de hilo vacío por ejemplo.
Ponemos la esponja en el plato de plástico, y la humedecemos con tempera.
El niño o la niña, tendrá que coger el carrete de hilo y apretarlo contra la esponja para mancharlo bien de tempera. Y lo presionará de nuevo en la cartulina, ejercitando así la presión palmar y creando un paisaje, en este caso, con círculos.
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